Vuelven dos titanes a despedirse de esta bella obra en el Foro Lucerna. Ellos son Aitza Terán y Diego Medel. Con un sabor mezclado de alegría y tristeza se inicia cada función de esta temporada. Alegría pues son la primera versión en idioma español que ha recibido la aprobación para lanzar su disco para quedar en la memoria perpetua. Tristeza pues tal parece que no volveremos a ver a Jamie y a Cathy en México narrando en su muy particular forma los 5 caóticos años de relación sentimental.
Aitza Terán es un contraste maravilloso. Cuando entra a escena destruida a contar el fin de la relación; al verla triste, sin maquillaje y algo descuidada pocos comprenderían el porque elegirla a ella para este proyecto. Pero en cuanto comienza a cantar, uno escucha la luz de su voz. El timbre va evolucionando durante la obra de la tristeza a la alegría. Con toques de comedia, ironía, furia e incluso con algunos momentos un poco melosos nos lleva por su montaña rusa emocional. Aitza es reconocida por la comunidad teatral como una de las más bellas voces y este puede ser su mejor proyecto hasta el momento. Me alegra mucho que quede para la posteridad su Cathy grabada, pero más me gustaría que la temporada se extendiera pues todos deberíamos escuchar, al menos una vez, esa tristeza, esa soledad, esa ironía y esa alegría que transmite con su voz. Pocas actrices de teatro musical como ella.
Diego Medel por el contrario inicia la obra en su nota más alegre llevándonos al momento donde idealizamos a la pareja en la primera cita. Aunque me lo nieguen, todos lo hemos hecho y vimos a la pareja como una deidad. Si bien su personaje parece vivir momentos mas llevaderos, es difícil no sentir la oscuridad en la voz de Diego entrada la segunda parte de la obra, cuando se acerca el ocaso de su relación. Diego demuestra en la canción del sastre Schmuel su rango vocal y actoral el cual, ojala, fuera más explotado en sus proyectos. Si, es una de las mas bellas voces de nuestra generación, pero necesitamos mas proyección a su carrera individual y que no sea solo un hombre de proyectos.
No termino de decidir a quien darle la razón pues tal parece que a veces estoy con Jamie en solidaridad masculina y por ciertas situaciones que muestra ella; pero luego creo que Cathy tiene algo de razón tal vez por ser ella quien cierra en la alegría del inicio y duele romper su ilusión.
Pero la cuestión es que la obra es una radiografía perfecta de lo que es una relación de pareja. No todo es alegría o tristeza. Se atraviesa por muchas cosas. Habrá momentos en que uno este en la gloria y la pareja esté en la cara opuesta de la fortuna. Puede que los dos estén en desgracia o incluso en jubilo. El reto está en continuar y tal vez la definición ha cambiado en el tiempo presente. Tal vez pensamos demasiado en lo desechable y no somos como esa vieja generación que prefería reparar para continuar.
No conozco la respuesta a muchas preguntas de la vida, pero si les puedo decir que Los Ultimos 5 Años es una obra para disfrutar con pañuelos a la mano. Cada quien encontrará su razón para llorar. A personal la última fue el oír a Aitza esperando ver a quien le dio ilusión de verse muy pronto… me sigue rompiendo la esperanza en su voz.
Calificación: 10/10
Paco Colmenero 